En Democracia no hay mayor honor que representar a tus vecinos y vecinas. Ese honor, esa alegría, la hemos sentido Carmen Palacios, Víctor García y yo mismo el pasado 21 de febrero al tomar posesión como nuevos concejales de Izquierda Independiente.
En estos tiempos de tensiones políticas, el que un partido local como Izquierda Independiente se mantenga con un importante respaldo de vecinos y vecinas es un logro casi titánico que os debemos a vosotros. Aunque algunas personas nos pretendan enterrar en vida en esta misma revista.
Es difícil hacer política local sin recibir ataques de los “grandes”. Recientemente hemos visto cómo partidos nacionales inventaban falsas denuncias contra la alcaldesa de Torrelodones con el fin de hacerla dimitir y repartirse sus votos. Ella, como nosotros, forma parte de un partido exclusivamente municipal y necesario para el futuro de su ciudad.
En política hay que saber para qué estamos aquí y en Izquierda Independiente lo tenemos claro: para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas, acabar con la desigualdad y conseguir una ciudad más habitable de la que, por ejemplo, no tengan que marcharse nuestros jóvenes porque no pueden pagar una vivienda. Una ciudad que cuide tanto de las personas mayores como de la infancia. Una ciudad limpia, saludable y respetuosa con el medioambiente. Una ciudad alegre que sea conocida, además de por sus fiestas, por su innovación, su cultura y la calidad y buena gestión de sus servicios públicos, así como por el apoyo a sus asociaciones, colectivos, colegios e institutos.
Quiero aprovechar para dar otra vez las gracias a los vecinos y vecinas que, con su esfuerzo y dedicación, hicieron y hacen una ciudad mejor. A los y las que, como dijera el escritor Antonio Buero Vallejo, ponen todos los días “color y vida a la ardiente oscuridad”.
Con estos objetivos, y un proyecto claro para Sanse, Izquierda Independiente afronta con ilusión el futuro. Pese a quien pese, aquí seguimos “vivitos y coleando”.