Hoy me propongo hacer una entrada para hablar de las sensaciones que saqué ayer, durante la manifestación contra los recortes sociales que convocaron UGT y CC.OO.
A primera vista, se echaba en falta, algún puñado de personas de entre los 11.000.000 de votantes PSOE, gran parte de los 4.000.000 de parados, y también otro puñado de esos 10.000.000 de votantes del P.P., que por muy del P.P. que fueran o precisamente por eso, más preocupados de si mismos que ningunos debieran ser o estar y se extrañó que no participaran. No les habrán explicado en Telemadrid que aunque voten a la derecha serán paganinis del mismo modo que el resto.
Si a estos 25.000.000 les sumamos los que tienen miedo al frío y a la lluvia, los de “a mi ponme fútbol y llámame tonto”, los muy mayores y los muy niños, los que están recluidos, los que trabajan a esas horas, los enfermos,…y tal. En ese caso, los que fuimos o los que quisieron ir aunque no pudieron, no debemos quejarnos y tenemos que pensar que la manifestación fue un rotundo éxito de participación.
Toda la semana, muchos nos debatimos en un tremendo dilema, porque los que somos como yo, que creemos que nuestra pequeña acción o inacción, está constantemente abocada a colaborar en la consecución de tremendos desenlaces, vivimos en un sin vivir.
Por un lado, teníamos la necesidad de escuchar la llamada de los sindicatos “mayoritarios” (quizás decir “de clase” no sea un exceso todavía, no sé) de Izquierda Unida y de Izquierda Independiente de Sanse (que allí estuvo) para salir a la calle, aunque fuera para desahogarnos, para encontrarnos en Madrid, para que nos vieran juntos, para decirle al gobierno socialista que NO, que por ahí NO, que se puede equivocar muchas veces y se lo podemos perdonar (a veces),… todo, todo menos algunas cosas.
Cantaba Pepe Pinto o Blanco en su copla machista:
“todito te lo consiento
menos faltarle a mi madre,
por que ella me ha parido
y a ti te encontré en la calle”
Por otro lado, tenemos la necesidad de encontrar la vacuna para seguir respirando hondo, porque sabemos que el desgaste al gobierno socialista puede suponer una leve mejoría en apoyo social para la izquierda alternativa pero sin duda supondrá, de seguir así, la llegada, sin remedio, de la derecha al gobierno.
Y así, los que fuimos, hicimos una manifestación de trabajadores “por lo bajini”, a media voz, tan cabreados por la ofensa recibida del PSOE como por las consecuencias, que sabemos traería, la vuelta de "los otros", los de telemadrid, "hijoputa" o "dedoenristre" a un futuro gobierno.
La conclusión es una, es necesaria una alternativa por la Izquierda o una izquierda alternativa que nos quite el miedo a decirle, al gobernante menos malo, que por ahí no y que si no mejora podemos cambiarle.
Bueno sea el dilema si al fin nos trae una certeza.
Ahora bien, hasta la construcción de esa alternativa me propongo prudencia y templanza, que siempre se construyó mejor un hogar poniendo piedra sobre piedra que no lanzando las piedras contra otras casas.