Simpatizantes, afiliados y cualquiera que pasara por
La cuestión de la intendencia fue cosa, por supuesto, de Ana Tomás, que tan madrugadora como siempre se ocupó de que todo estuviera en su sitio sin faltar ni un tenedor, amén de ejercer como experta jurado en temas de migas y postres, cuestión en la que anduvo enredada todo el día.
Por su parte, Rubén fue visto y no visto: es decir, casi ni se había bajado de la bicicleta cuando ya le estaban reclamando como jurado del prestigioso y archiconocido concurso de calderetas, una misión para estómagos fuertes, sin duda, pues no en vano concurrían ¡más de treinta participantes!.
El resto, más tranquilos, procuramos ayudar cada uno a su manera: Antonio Cabrera se pegó el madrugón, Luís nos procuró transporte, y los demás anduvimos pelando ora patatas, ora cebollas, que si cargando y descargando bártulos, arrimando mesas y sillas, comprando hielo, animando el cotarro con cánticos regionales etc.
En resumen, pasamos una jornada muy agradable. Gracias a todos y todas por participar. Nos vemos el año que viene.
«