EL COJO MANTECA
27/01/2005 San Sebastián de los Reyes
Pues, parece que no. No estaba “el cojo Manteca” en la manifestación de la Asociación de las Víctimas del terrorismo del pasado sábado 22 de Enero.
Y si no era “el cojo Manteca”, famoso en otras manifestaciones por emplearse con su bastón contra todo cristal, toda cabina, farola o marquesina que se le ponía por delante, ¿quién era en esta ocasión el que la emprendió a golpes y garrotazos sobre el pacífico ministro de defensa; Don José Bono?.
Nadie. Es un puro azar que algunas de las personas, que aparecen en su inmediatez sean miembros reconocibles de las organizaciones locales del P.P, y en cualquier caso ellos estaban allí para protegerle de los malos, que siempre son otros.
Lo que parece más evidente es que le insultaban con “halagos” como ¡traidor, hipócrita, falso, asesino! Y hasta ¡apóstata!. ¿Apóstata?. Si, pero apóstata solo se puede decir de alguien que abandona una verdad compartida. La verdad compartida por Bono y aquellas personas de mediana edad, bien vestidas, arropadas bajo lujosos abrigos de piel debe ser la Verdad del Evangelio, porque Bono la afirma con sus palabras y sus actos, y aquellos “señores y señoras” me parecían como si salieran de misa, y claro no se reconocen en la misma verdad con Bono, por lo que deciden expulsarle, excomulgarle por apóstata, al no seguir éste el verdadero Camino (Escribá).
Todos han rechazado ese comportamiento. Faltaría más. Pero eso no es suficiente. Si se demuestra que ese escándalo bochornoso no lo ha organizado “el cojo Manteca”, es porque entre las bases y direcciones locales del P.P abunda mucho “cojo Manteca”. ¿Qué cómo puedo afirmar esto?. _Porque ellos mismos proclamaban su afiliación con vítores a Aznar y a Acebes, (el que no mintió), además aparece la carta que les convocaba.
El P.P queda cojo de credibilidad cuando denuncia a los demás partidos el que se apoyen y dependan de grupos radicales. (P.N.V, respecto H.B.; o el P.S.O.E en referencia a E.R.C). Pero parece que el P.P. se apoya en “ el cojo Manteca” y que depende de él, y no recuperará la credibilidad de la buena gente si no se desprende de esa adherencia ultraderechista. Porque no basta con rechazarla con declaraciones hoy y organizarla el voto mañana.
He observado también la risita inocente de la presidenta del P.P. y de la Comunidad de Madrid Dña. Esperanza Aguirre. ¡Cómo me recordaba la risita de los días de Tamayo!. Pero ella no se esfuercen; ni vio, ni oyó ni sabe de nada. Gallardón, un señor, me parecía imponentemente serio. ¿Será por vergüenza o por temor a que el próximo garrotazo sea para él?.
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