Quienes llevamos muchos años viviendo en S.S. De los Reyes y disfrutando y trabajando sus fiestas, asistimos sorprendidos a un deterioro que más que deslucir un tiempo típicamente colorista y participativo, lleva implícito la merma democrática de esta comunidad de vecinos que es Sanse.
¿Que garantías pueden ofrecernos aquellos que aspiran a gobernarnos y los que nos gobiernan cuando son incapaces de con su trabajo voluntario llevar adelante una caseta? Una caseta contemplada como un escaparate público en el que ofreces a tus vecinos, a los que más tarde o temprano pedirás su confianza, tus propuestas, tu trabajo en equipo, tu componente humano…
Por el contrario las casetas de la mayor parte de las organizaciones políticas y de movimientos sociales (salvo honrosas excepciones) han sido subarrendadas a profesionales varios de la hostelería. Con ello no solo incumplen el reglamento que sobre el uso de las casetas en el recinto Ferial, ellos mismos se han dado, sino que evidencian la muerte social de organizaciones necesarias para una convivencia democrática, amén de la doble moral que supone excluir a colectivos que durante más de veinte o treinta años han demostrado su trabajo para con estas fiestas, acogiéndose a incumplimientos nimios de ese mismo reglamento.
Cuando la participación activa de las gentes desaparece, cuando las organizaciones son meras siglas vacías de caudal humano, de pensamiento, de debate, de movilización…, la democracia está herida de muerte, y la arbitrariedad se convierte en el método de actuación de un poder injusto y autoritario.
Ya va siendo tiempo de tomar nota y salir de este letargo.