Hubo varios acuerdos y un gran entendimiento. Muchos gestos y buenas palabras. Así se podría resumir la reunión entre el titular de Fomento, José Blanco, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Bastó hora y media para enterrar cinco años de desencuentros entre la dirigente del PP y la ex ministra Magdalena Álvarez.
En rueda de prensa conjunta, los dos se dedicaron a hacer gala de su sintonía. Durante su intervención, Aguirre no dejó de darle las gracias al nuevo ministro por haberla "escuchado y dedicado su tiempo". Por su parte, Blanco le dio la "bienvenida" y le dijo que esperaba que la colaboración fuera "frecuente" y "estrecha".
La líder del PP aprovecha para cargar contra Magdalena Álvarez
Tras las loas mutuas, pasaron a la exposición de compromisos. De la decena que se alcanzaron, dos a destacar. Blanco y Aguirre anunciaron que durante la primera quincena de mayo presentarían el nuevo Plan de Cercanías para Madrid, que supone la construcción de 115 kilómetros de nuevas líneas, la modernización de algunas estaciones y una inversión de 5.000 millones de euros. Fomento dio también luz verde para el desarrollo del proyecto de un nuevo aeropuerto en El Álamo-Navalcarnero.
Los dos se mostraron "satisfechos" por el resultado del encuentro, que había sido "muy trabajado" entre el secretario de Estado Víctor Morlán, y el responsable del área en el Gobierno regional, José Ignacio Echeverría. Tras el acto, Blanco reconoció que había sido "cordial". Y Aguirre celebró que los planes de la Comunidad en materia de transporte se desbloqueasen.
La líder del PP de Madrid no se olvidó de la ex ministra. "Su antecesora es la que colapsaba a todos los madrileños cuando querían ir a las playas de Levante", reprochó al recordarla. Aguirre afirmó que jamás había tenido "nada personal" contra Magdalena Álvarez, pero sí como madrileña, "porque la Comunidad ha sido la gran olvidada del Estado en infraestructuras".
Acuerdan un Plan de Cercanías para Madrid de 5.000 millones de euros
A pesar de salir por la puerta con toda una carpeta de temas resueltos bajo el brazo, Aguirre mantenía sus reservas. "Obras son amores", le recordó a Blanco. Pero terminó por reconocer que tiene "la ilusión y la esperanza de que esta vez el nuevo ministro sí cumpla". Algo que aprovechó el titular de Fomento para bromear: "Yo también tengo esperanza en que Esperanza confíe en nosotros".
El círculo de la presidenta madrileña destacaba que a partir de ahora ya no podrán utilizar el argumento de que Zapatero asfixia a los madrileños y con ello pierden una gran herramienta de desgaste.
El vicesecretario general del PSOE quiso resaltar que la política de su Ministerio está orientada a "luchar contra la crisis". Centrado en presentar un perfil más institucional, Blanco recalcó que su objetivo es trabajar con "lealtad" con todas las Administraciones "independientemente de su color político". Por eso anunció que este iba a ser tan sólo el primer encuentro de los muchos que va a mantener con el PP. Uno de ellos con Alberto Núñez Feijóo, que será elegido hoy presidente de la Xunta de Galicia.
Blanco trabajará con "lealtad" con todas las Administraciones
Reuniones fructíferas
Tiene una larga lista de peticiones por delante. Y una de las próximas fotos puede ser con el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces. A Catalunya tardará aún en ir, porque quiere hacerlo una vez haya habido reuniones de trabajo previas. Su intención es que los encuentros sean fructíferos.
Blanco tendrá en Fomento dos Secretarías de Estado y no tres como hasta ahora. Es probable que Víctor Morlán continúe como responsable de Infraestructuras y que sean cesados Josefina Cruz y Fernando Palao. "Será un equipo con buenos profesionales", garantizó el ministro.
