Esa bandera debe ser atractiva y necesariamente cuando vayamos llegando a ella nos deberá hacer pensar en los valores que nos unen a los que se acerquen como nosotros y no en las cosas que nos separen. Es importante que vayamos haciendo un cambio transformador desde ya y desde lo más próximo. Desde ya podemos pensar como personas, como organizaciones políticas, sociales, sindicales lo que nos une al que está al lado en vez de en que nos diferenciamos, en que puedo ayudarle en vez de cuales son sus puntos débiles.
En segundo lugar, debemos parar el silencio, que es presentación, no de la prudencia sino del miedo. Sabemos que desde la izquierda alternativa no contamos con medios de comunicación que hagan que nuestros mensajes lleguen, es más, contamos con medios de comunicación todopoderosos que tratan de que no lleguen. Bien, en tanto en cuanto, eso se soluciona o por si acaso no se soluciona nunca, ya podemos empezar a trasmitir de manera amable, sensata, con datos, interesando, sin aburrir, atrayendo, con lenguaje del s. XXI, sin necesidad de recurrir a los filósofos del XIX…que la crisis es culpa de los bancos, que es mentira que las políticas de déficit sean negativas, que nos ha ido mejor con ellas que con las de superávit de Solbes y los cien sabios zapateros, que es bueno que se suban los impuestos a los ricos para que se redistribuya la riqueza entre los que menos tienen y que esos pueden ser de izquierdas o de derechas que eso no es lo importante, que los estados fuertes están sobrellevando mejor la crisis que los estados débiles y que por tanto es mentira que debamos eliminar empresas públicas o debilitar los servicios públicos, ya que son los únicos a los que todos tenemos acceso en igualdad de oportunidades, que es muy importante que se mantenga el gasto público….puede parecer una especie de evangelio pero lo importante es que ante cualquier comentario, conversación, plagada de eslóganes neocon tengamos respuesta activa e inmediata.
En tercer y último lugar, Sabotaje pacifico, democrático, imaginativo, alegre, a favor de nuestra causa, que no debemos olvidar que debe poner en valor, ya que valor ya tiene, la redistribución de la riqueza, la Justicia social, la solidaridad por necesidad vital (o somos solidarios entre todas las personas trabajadoras o nos convertiremos pronto en nuevos esclavos) la igualdad y la ética y la libertad. Ese sabotaje puede significar entre otras cosas una huelga general pero no solo. Podemos empezar hasta ese momento por lo más cercano, lo más próximo, por el puesto de trabajo, por el día a día, la familia, la compra, los bancos,…
Por último, es importante que reflexionemos rápido sobre la importancia de exigir a los demás lo que no estamos dispuestos a realizar nosotros mismos. En San Sebastián de los Reyes tenemos la ocasión histórica de conseguir que no se consolide un gobierno que va a favor del debilitamiento de los servicios públicos, de la desaparición de los espacios públicos, de los cauces de participación para que las personas se alejen cada vez un poco más del ejercicio del poder que les pertenece por derecho,…Ante esa realidad las personas y organizaciones de izquierdas de Sanse tienen una gran responsabilidad y sobre todo no pueden poner excusas. Hasta ahora Izquierda Independiente Iniciativa por San Sebastián de los Reyes ha sido garante de ese sabotaje pacifico y legítimo ante las injusticias, ha parado el silencio constantemente, levantado del suelo (Saramago te debo una entrada) los valores que antes expuse y que definen a las personas y organizaciones de izquierdas. Falta la tercera línea de actuación, la agrupación de la tribu para plantar cara con garantías, de manera que la correlación de fuerzas mejore. Esta línea, no sabemos si decantará de nuestro lado la lucha final, pero es sin duda, condición imprescindible para triunfar. A esa suma de tribus debe llamarse a todas las personas que no antepongan sus prejuicios al objetivo final, que no antepongan la doctrina de su secta a la reconquista de los espacios que día a día estamos perdiendo.
En cualquier caso si I.I. no se siente fuerte para llamar como le correspondería por trayectoria a nivel local, debería estar receptivo a la llamada.
Debemos resistirnos a que nuestros padres, que habrán trabajado cuando se jubilen casi 50 años, tengan pensiones más bajas que nuestros abuelos, que nuestros hijos no puedan estudiar en la escuela pública o que no tengan becas para ir a la Universidad, que tengan que pagar por la asistencia médica o que no puedan recibirla, que en sus puestos de trabajo no tengan representación sindical, que nosotros y nosotras no podamos expresarnos más que un humilde blog, que en el año pasado los bancos hayan embargado en Andalucia a 100.000 familias mientras se sanean con el dinero de todos, que nos importe poco que sigan muriendo de hambre miles de personas al día mientras unos pocos siguen aumentando sus beneficios a costa de la mayoría.
La letra es vieja, ya la conocemos, empecemos cuanto antes a cantarla